
De hecho, los coches autónomos están en camino, pero antes de que sean perfectos todavía les queda camino por recorrer. Una startup ayuda a llevarlos antes a las carreteras. Designated Driver es una empresa con sede en Portland que creó un sistema que permite a un conductor humano controlar los automóviles sin conductor de forma remota y tomar el control del vehículo si está bajo presión o funciona mal.
En condiciones para las que estaban bien programados, los autos autónomos funcionan bien. Sin demasiados eventos inesperados, piense en recorridos largos y rectos. Pero sigue siendo un desafío lograr que se enfrenten a obstáculos inesperados o al mal tiempo.
Es aquí donde entra en juego el Conductor designado. Un conductor humano capacitado y calificado puede monitorear el viaje del automóvil de forma remota y tomar el control si es necesario. Designated Driver dice que su sistema hace que los vehículos autónomos sean «utilizables en situaciones que no son familiares, como conducir a través de una construcción de carreteras o condiciones climáticas».
La tecnología extiende el uso de vehículos autónomos a áreas y espacios para los que de otro modo no serían adecuados. La práctica, conocida como teleoperación (¡no teletransportación!) podría ser una forma en que los automóviles autónomos pueden comenzar a ingresar a nuestras carreteras antes de que los vehículos L4 o L5 hayan aprobado la regulación.
En otro sistema más, como Designated Driver, agrega puestos de trabajo a la industria, en un espacio conocido por eliminarlos. La idea también podría ayudar a aliviar la ansiedad que sienten las personas sobre el futuro de los automóviles sin conductor.
Una encuesta reciente de la AAA reveló que el 71 por ciento de los estadounidenses dicen que tienen miedo de viajar en un automóvil autónomo. Una cifra superior al 63 por ciento que respondió a una encuesta similar en 2017.
Saber que el automóvil está siendo monitoreado por un humano que tiene la capacidad de tomar el control del vehículo podría ser una forma en que las empresas pueden persuadir a los clientes para que prueben el servicio.
“La tecnología de vehículos automatizados está evolucionando en un escenario muy público y, como resultado, está afectando cómo se sienten los consumidores al respecto”, observó Greg Brannon, director de Ingeniería Automotriz y Relaciones con la Industria de AAA.
Tener un ser humano supervisando el vehículo también podría tener otros beneficios inesperados. En escenarios donde un automóvil transporta personas, el ser humano puede detectar a alguien en apuros más fácilmente que las cámaras a bordo.
Asistir rápidamente a un pasajero que está experimentando una crisis de salud podría salvar vidas. Una conexión humana también podría ayudar a que la experiencia del vehículo autónomo sea más fluida.
Si posee un dispositivo tipo Alexa o Google Home, sabrá que no siempre entienden lo que está diciendo. En los casos en que se utiliza software activado por voz, la escucha humana realmente beneficia a los pasajeros con impedimentos del habla, acentos fuertes o deterioro cognitivo.