
Durante más de 60 años, nuestros robots industriales tradicionales se han utilizado para automatizar todo en la producción. Fueron diseñados y desarrollados para mover el objeto del punto A al punto B, cortar partes de metal, pintar vehículos, etc. Eran mucho más capaces que los humanos de velocidad y precisión. Los robots industriales, sin embargo, tienen varias limitaciones. Por diseño, es posible completar solo un conjunto limitado de tareas. No conocen el peligro potencial que representan para las personas que los rodean. Los ingenieros robóticos deben programar la secuencia en un lenguaje particular.
A fines de la década de 1990, se lanzaron robots colaborativos (cobots) para superar estas deficiencias. Están diseñados para lograr seguridad, simplificar la implementación y la programación, y establecer flujos de trabajo de colaboración con las personas. Con empresas de brazos industriales tradicionales como KUKA, ABB y Fanuc lanzando sus cobots y empresas de robots colaborativos como Universal Robots, Rethink y Franka ganando popularidad, los cobots sin duda están de moda en los últimos años. Es probable que el mercado de robots colaborativos crezca de $ 710 millones en 2018 a $ 12,3 mil millones para 2025, a una asombrosa tasa de crecimiento anual del 50,31% durante el período de pronóstico, según una investigación de MarketsandMarkets.
En este momento, una nueva generación de robots está en camino, llamada robots adaptativos. Son máquinas interconectadas, instrumentadas e inteligentes capaces de tomar decisiones autónomas. Pueden aprender de otros dispositivos conectados y mejorar sus acciones de forma cíclica. En otras palabras, los robots adaptativos son máquinas físicas autónomas, que sienten y actúan sin intervención humana directa en su entorno.
Flexiv, el creador del primer brazo robótico adaptativo del mundo que combina el control directo de la fuerza con IA avanzada, predice un futuro en el que los robots adaptativos revolucionarán el mundo de la automatización. En un documento técnico titulado «Robots adaptativos y el futuro de la automatización industrial», Flexiv define este robot adaptativo de próxima generación como uno con alta tolerabilidad de la variación de posición, alto rechazo de perturbaciones e inteligencia transferible a través de diferentes tareas. La encarnación de las habilidades de coordinación mano-ojo como ser humano le permite realizar tareas complejas y adaptarse a entornos complejos.
Los robots adaptables de Flexiv combinan el control de la fuerza, la visión por computadora y la IA para permitir tareas más complejas y un nivel de adaptabilidad sin precedentes, a través de múltiples tareas y una amplia gama de piezas de trabajo, y en entornos complejos. Un grado tan alto de adaptabilidad de los brazos robóticos ofrece importantes beneficios de costos, no solo por la configuración simplificada y la robustez, sino también por la consistencia del rendimiento, mayor flexibilidad, líneas de producción más simples y redundancia de seguridad adicional, actualizaciones de programación o equipos.
El libro blanco destaca dos factores importantes que son fundamentales para lograr la adaptabilidad: la tecnología de control de fuerza con alta precisión y respuesta rápida y la ‘inteligencia jerárquica’. El control de la fuerza no es un tema nuevo, pero la tecnología no se ha aplicado ampliamente ya que el hardware y el software actuales aún no son lo suficientemente rentables o confiables para cumplir con los estándares de la industria. La inteligencia jerárquica se refiere a la estructura jerárquica de un sistema robótico donde las diferentes capas de información están relativamente libres de tal manera que un robot puede realizar tareas como un ser humano.
A diferencia de la inteligencia no jerárquica, como el aprendizaje profundo de extremo a extremo, la información jerárquica se adapta a tareas y entornos más complicados, opera a pesar de la interferencia humana, las perturbaciones externas y puede transferirse a nuevos trabajos.
El documento destaca un ejemplo de un brazo robótico que pule un objeto curvo: el brazo debe adaptarse rápidamente a la forma del objeto, luego ajustar su fuerza y movimiento sin problemas mientras maneja cualquier perturbación ambiental imprevista.
En los ensayos de prueba de concepto en curso con las principales empresas de fabricación del mundo, se ha demostrado que el brazo robótico ‘Rizon’ de Flexiv realiza con éxito tareas complicadas al tiempo que mejora significativamente la flexibilidad de las instalaciones de fabricación. La compañía ahora desarrolla soluciones personalizadas que se pueden aplicar en muchas industrias, incluidas la fabricación, la logística, la atención médica, el comercio minorista y más. Las primeras aplicaciones lanzadas por Flexiv incluirán el enchufado y el ensamblaje, el procesamiento de superficies curvas y la recolección y clasificación flexibles.