
Los robots tienen muchos casos de uso en nuestra vida diaria. Uno de ellos es el de un sacerdote robot que puede bendecirte, aconsejarte o incluso realizar un ritual cuando un sacerdote humano es inaccesible.
Conozca a Mindar, un nuevo sacerdote robot en el templo budista Kodaiji de 400 años de antigüedad en Kioto, Japón. Diseñado para parecerse a Kannon (la deidad budista de la misericordia) y para reavivar la fe de las personas en el budismo y la afiliación religiosa en declive, esta máquina de $ 1 millón puede entregar sermones preprogramados sobre el Sutra del corazón y moverse para interactuar con los fieles.
Aunque no funciona con inteligencia artificial, los creadores dicen que planean darle capacidades de aprendizaje automático que pueden ayudar a las personas a superar sus problemas espirituales más difíciles.
Cabe destacar que no es la primera vez que aparecen robots en lugares religiosos. En 2017, una empresa india, Patil Automation, lanzó un robot que realiza el «ritual Aarti» hindú frente al dios con cabeza de elefante, Ganpati.
En el mismo año, la Iglesia protestante de Alemania creó un robot llamado BlessU-2 para celebrar el 500 aniversario de la Reforma protestante. Dio bendiciones preprogramadas a más de 10.000 personas. El robot puede levantar los brazos, encender luces, recitar un versículo bíblico. Si se solicita, dará una copia impresa de sus palabras.
SanTO, diseñado por el roboticista Gabriele Trovato, es otro robot que ofrece asistencia espiritual a personas mayores. Está equipado con un software que escucha a las personas, escanea sus rostros en busca de signos de emociones específicas y selecciona textos religiosos que pueden ser relevantes para sus problemas.
En China, en el Monasterio Longquan de Beijing, un monje androide llamado Xian’er recita mantras budistas y ofrece orientación sobre cuestiones de fe. Este robot budista regordete de la nueva era interactúa con los visitantes hablando de su sabiduría centenaria.
Una empresa japonesa ha reprogramado un robot humanoide ‘Pepper’, un sacerdote budista que puede realizar rituales y funerales cuando no hay un sacerdote budista disponible. Cuesta menos a 50.000 yenes (unos 450 dólares) por funeral, en comparación con los 240.000 yenes (2.200 dólares) de un sacerdote humano. El robot recita sutras mientras toca tambores. El robot estuvo en exhibición en agosto de 2017, en una feria de la industria funeraria en Tokio.